4 tipos de instalaciones fotovoltaicas y sus diferencias

Los tipos de instalaciones fotovoltaicas se pueden clasificar de distintos modos. Cuando se tiene en cuenta los objetivos y el tipo de consumo de la energía eléctrica generada por los paneles solares, hay 4 diferentes.

Las diferencias entre ellas se encuentran en cuestiones como las dimensiones de la instalación fotovoltaica, su autonomía, el coste de la inversión y el ahorro a lo largo del tiempo. ¿Quieres verlo en detalle? ¡Allá vamos!

Tipos de instalaciones fotovoltaicas y diferencias

1 – Instalaciones fotovoltaicas aisladas

Dentro de los tipos de instalaciones fotovoltaicas es la menos común en los hogares, ya que solo se utiliza en lugares donde no haya una instalación eléctrica previa. Se elige fundamentalmente para viviendas aisladas, pozos de riego, explotaciones ganaderas alejadas de poblaciones rurales y señalización rural.

Su objetivo es disponer de energía eléctrica sin contrato con una compañía energética. Generalmente es por su ubicación aislada y por lo caro que resultaría llegar a la red eléctrica general de la zona. 

Para no quedarse sin electricidad, las dimensiones deben ser grandes y contar con buenas baterías. De lo contrario, la noche, la lluvia o la niebla, podrían suponer un problema de falta de energía. Este tipo requiere una inversión importante. 

2 – Instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo conectadas a la red con baterías o sistemas de acumulación

Es la más común de los diferentes tipos de instalaciones fotovoltaicas existentes. Es el preferido de hogares y empresas. 

Es una instalación solar que permite al propietario obtener energía solar y verter a la red sus excedentes cuando genera más energía de la que consume. También permite consumir suministro eléctrico de la red externa si lo precisa en algún momento por consumir más energía de la que genera. 

La gran ventaja de este tipo de instalaciones fotovoltaicas es la inversión y el ahorro a lo largo del tiempo. Se rentabiliza en muy poco tiempo ya que el ahorro económico en la factura mensual es del 70% de media. Conociendo el consumo del usuario, puede contar con un tamaño de instalación adecuado para optimizar la inversión y lograr el máximo ahorro posible.

Si eliges este tipo de instalación fotovoltaica, al disponer de baterías o sistemas de acumulación, puedes almacenar la energía que no consumes. Esto quiere decir que puedes hacer uso de ello en otro momento sin recurrir al suministro de la compañía eléctrica. Así que tienes más autonomía y el ahorro es mayor.

3 – Instalaciones de autoconsumo compartido conectadas a la red y con acumuladores

Su modo de funcionamiento es igual al anterior. La diferencia entre ambos tipos de instalaciones fotovoltaicas es que la primera es para uso de un consumidor, sea un particular o una empresa. Las instalaciones de autoconsumo compartido son para varios usuarios que consumen energía generada en una misma instalación. Por ejemplo, para un complejo de viviendas o una urbanización, o incluso para un edificio de dos o más viviendas.

Es menos común, pero puede resultar interesante en algunos casos. Como una antigua vivienda unifamiliar transformada en varias viviendas modernas o en urbanizaciones de chalets pareados. 

4 – Instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo conectadas a la red y sin baterías

En estos casos las instalaciones fotovoltaicas también pueden ser de uso particular o compartido, siendo este último menos común. 

La instalación solar está conectada a la red eléctrica. Por eso cuando produce más electricidad de la que necesita el propietario puede verter el excedente a la red general. También por ello puede consumir electricidad generada por una compañía eléctrica cuando lo necesite. El ahorro mensual en energía eléctrica es muy elevado. 

Al no disponer de baterías o sistemas de acumulación no puede guardar los excedentes. ¿Qué implica esto? Que en las noches o días de lluvia no puede consumir energía guardada, pero dispone de suministro ya que puede consumir energía de la compañía eléctrica. 

¿Por qué algunas personas eligen este tipo de instalación fotovoltaica de autoconsumo sin acumuladores si el ahorro en la factura eléctrica es mayor con batería? Por el menor coste inicial de la instalación y su menor peso y tamaño. No hay una mejor opción, es cuestión de valorar lo que interesa a cada usuario individualmente: una menor inversión inicial o un mayor ahorro a lo largo del tiempo.

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